Se trata de gente del desierto

  1. Mi padre es un libro
  2. Judith Schalansky y el hallazgo de las cosas perdidas
  3. Me estoy cortando…
  4. Un avión que vuela de Madrid a Frankfurt
  5. La casa cerrada (fragmento)
  6. Se desvanece
  7. Escrito en el cielo: poemas japoneses
  8. Dante
  9. Fósiles (de “Fabulario”)
  10. Marsella
  11. Y oirán ruidos y rumores de guerra
  12. Se trata de gente del desierto
  13. Atrás del humo están las hilanderas

Por: Ronald Abilio Noda

Se trata de gente del desierto
De Neguev, de una pradera hambrienta que cae sobre los rollos
De gente que habría conseguido el milagro del agua fresca
De los regadíos, de una raza
Que está yendo siempre hacia la sombra 
Que se cansa, y sigue,
Sigue por milenios en medio de ciudades destruidas
Sigue entre las pinturas renacentistas
Entre el humo y la tierra que se llena de rojo
Entre la maledicencia 
Y la profecía que nunca llega a cumplirse.
Ellos, hombres y mujeres de la guerra vencida entre las puertas de un palacio
Desterrados de sus sitios habituales
Del frío y la penumbra como si fuesen levantados en sus carros de fuego 
Gente que se sienta a esperar, pero que nunca halla
Que ha escrito todos los libros en la caligrafía de una letra
Esenios, y luego buscadores de signos
Compiladores de los siglos que pasaron y que vendrán 
Que crecen hacia la piedra y el barro que recubre las piernas de la estatua
Y caminan
Solitariamente en medio de un país que no los conoce
Y no se cansan de viajar
De cerrarse en la oración pronunciada por sus abuelos
De cubrir sus cabezas mientras miran a lo lejano
Y de tomar sus túnicas con aplomo,
Ellos, sangre que se vierte en la corona del mediodía 
Imagen que asecha 
Como un anciano que va perdiendo sus facultades.

Ronald Abilio Noda

Publicaciones

La Habana, 1995.