Por Margaret Atwood
Traducción Olivia Rico
Improvisación a partir de un primer verso de Yeats
Porque amamos las colinas desnudas y los turbados árboles cuando podemos nos dirigimos al norte, pasados la taiga, la tundra, las orillas rocosas, el hielo. ¿De dónde viene este parco gusto de nosotros? ¿Hace cuánto vagamos por estos muros y piedras , aprendiendo de memoria todo lo que conocíamos: voltear las pieles, juntarse con los lobos, comer grasa, odiar los desperdicios, forjar el espíritu, respetar la nieve, construir y guardar la llama? Todo tuvo un alma alguna vez, incluso esta almeja, este guijarro. Cada uno tuvo un nombre secreto. Todo escuchó. Todo fue real, pero no siempre te amó. Tenías que ocuparte. Anhelamos regresar allí, o también nos gustaría sentir cuando no hay demasiado frío. Anhelamos pagar tanta atención. Pero hemos perdido la destreza; además, hay otra música. Todo lo que oímos en el canto llano del viento es el viento.
Improvisation on a First Line by Yeats
Because we love bare hills and stunted trees we head north when we can, past taiga, tundra, rocky shoreline, ice. Where does it come from, this sparse taste of ours? How long did we roam this hardscape, learning by heart all that we used to know: turn skin fur side in, partner with wolves, eat fat, hate waste, carve spirit, respect the snow, build and guard flame? Everything once had a soul, even this clam, this pebble. Each had a secret name. Everything listened. Everything was real, but didn’t always love you. You needed to take care. We long to go back there, or so we like to feel when it’s not too cold. We long to pay that much attention. But we’ve lost the knack; also there’s other music. All we hear in the wind’s plainsong is the wind.