Por Alonso Belaúnde
Cuando muera Será también el mar Llamándome por mi nombre. Estaré entre mis semejantes. Estiraré las manos Sin poder tocar el mundo, El corazón oculto de esta vida. Esperaré más de cien años. Mis pensamientos, Como raíces en la tierra, Harán crecer un árbol Y bajo el sol sereno, Tomaré la sombra.