Por Muriel Rukeyser
Traducción Ramón Hondal
You come from poets, kings, bankrupts, preachers,
attempted bankrupts, builders of cities, salesmen,
the great rabbis, the king of Ireland, failed drygoods
storekeepers, beautiful women of the songs,
great horsemen, tyrannical fathers at the shore of ocean,
the western mothers looking west beyond from
their windows,
the families escaping over the sea hurriedly and by
night—
the roundtowers of the Celtic violet sunset,
the diseased, the radiant, fliers, men thrown out of
town, the man bribed by his cousins to stay out of
town, teachers, the cantor on Friday evening, the
lurid newspapers,
strong women gracefully holding relationship, the
Jewish girl going to parochial school, the boys
racing their iceboats on the Lakes,
the woman still before the diamond in the velvet
window, saying “Wonder of nature”.
.
Like all men,
you come from singers, the ghettoes, the famines, wars
and refusal of wars, men who built villages
that grew to our solar cities, students, revolutionists, the
pouring of buildings, the market newspapers,
A poor tailor in a darkening room,
a wilderness man, the hero of mines, the astronomer, a
white-faced woman hour on hour teaching piano
and her crippled wrist,
like all men,
you have not seen your father’s face
but he is known to you forever in song, the coast of the
skies, in dream, wherever you find man play playing
his part as father, father among our light, among
our darkness,
and in your self made whole, whole with yourself and
whole with others,
the stars your ancestors.
.
/
.
Provienes de poetas, reyes, arruinados, oradores,
arruinados por opción, constructores de ciudades, vendedores,
los grandes rabinos, el rey de Irlanda, tenderos de comercios
fracasados, las bellas mujeres de las canciones,
magníficos jinetes, padres tiránicos a la orilla del océano,
madres occidentales mirando al oeste más allá
de sus ventanas,
las familias que escapan apresuradas al mar y
de noche—
las torres circulares de los violetas atardeceres celtas,
los enfermos, los radiantes, aviadores, hombres expulsados del
pueblo, el hombre sobornado por sus primos para que se quedara
fuera del pueblo, maestros, el cantor de Viernes en la noche,
los periódicos sensacionalistas,
mujeres fuertes que sostienen con gracia las relaciones, la
chica judía que va a la escuela parroquial, los chicos
que compiten con sus barcos de hielos en los Lagos,
la mujer inmóvil ante el diamante en la vidriera
de terciopelo, diciendo: “Milagro de la naturaleza”.
.
Como todos los hombres,
provienes de cantantes, los guetos, las hambrunas, guerras
y rechazos de guerras, hombres que construyeron pueblos
que crecieron hasta nuestras ciudades solares, estudiantes,
revolucionarios, el vertido de edificios, periódicos del mercado,
Un pobre sastre en un cuarto oscuro,
un hombre desierto, el héroe de las minas, el astrónomo,
un pálido rostro de mujer que enseña piano hora tras hora
con su muñeca acalambrada,
como todos los hombres,
no has visto el rostro de tu padre,
pero lo evocará por siempre el canto, el litoral de los
cielos, en sueños, en cada hombre que veas en el rol
de padre, padre entre nuestra luz, entre nuestra
oscuridad,
y en ti mismo hecho completo, completo contigo mismo y
completo con los otros,
tus antepasados las estrellas.