Compilación de dos relatos largos: “Los profetas” y “Dodos contra moas”, por Carlos Ávila Villmar.
Un profesor de cuarenta y tantos se cansa de una vida de notas infértiles y se aventa a investigar la memoria de una comunidad extraña que durante siglos estuvo aislada del resto del mundo. La comunidad cegaba ritualmente a los niños al nacer, y estaba compuesta por personas que desconocían la existencia de la vista. Pero de algún modo habían intuido al fin que el mundo visual existía, y lo habían hecho a través del lenguaje. ¿Cómo el lenguaje había podido delatar esa pérdida? ¿Cómo en las palabras se había podido esconder una cosa que no estaba ni en las propias palabras ni en los fenómenos del mundo?