Por: Carlos Rivero
En relámpagos la noche se ha estrïado
Y tiembla la luna en la bruma inmersa
¡Tanta maravilla la ocasión ha juntado
Ante ojos profanos y mirada dispersa!
¡Tan poco asombro mi ánimo refleja!
Ni miedos, ni deleites, ni pasión, ni queja.
.
Yazgo en el limbo entre mediocres y cobardes.
Paja entre trigos, y entre diamantes, topacio.
Mi castigo es penar sin rumbo ni sentido
No hollar mis ecos en los ocres de las tardes.
¿Para qué andar si hay tanto espacio?
¿Para qué hablar si hay tanto ruido?
.
Llevo la más común expiación de los ateos
En la más común traición de la confianza:
Fuimos en la esperanza sin deseos
Fuimos en el deseo sin esperanza.
Oh, Poeta, he aquí el epitafio que me inspiras:
Vivir era el arte de creer en las mentiras.