Por David Noria

¿Acaso no soy impermeable al verdadero espectáculo que toma forma en este instante?
Lévi-Strauss
para Ronald Abilio Noda
Quien sobre el azul impoluto
y amplio del mediodía
ha contemplado la evolución de una nube
ofrecida de golpe
–ya formada–
a nuestros ojos
siempre elástica
centrífuga
sometida a las corrientes del viento
cuya ley jamás conoceremos
(su aliento sopla donde quiere)
Quien ha contemplado
el necesario desmembrarse de la nube
que es también la formación de otros momentos
jirones que extienden la palma y se despiden luego
hebras revueltas de un tejido agreste
Quien a pesar del silencio que las alturas fingen
ha imaginado el bullicio atronador
de la turbina insidiosa del viento al penetrar la nube
inflamándola, empujándola, rompiéndola
(bullicio de plazas, puertos, mercados,
asambleas, motines)
Quien, por fin, ha seguido las lejanas
derivaciones de esa nube al dispersarse,
hacerse finas y de un momento a otro
—objeto indiferente desde aquí abajo—
desaparecer, parar en nada
Ése, en unos pocos segundos apenas,
ha visto el compendio de la historia verdadera
el registro fehaciente y el destino
de toda sociedad
de todas las lenguas y costumbres
del parentesco y las generaciones
y del individuo
el único individuo que ha existido
la nube.
Aix-en-Provence, 14 de enero de 2021
