Por Olivia Rico

Men at dusk;
You who turn the Wheel and look windward;
Dead tree;
Un murmullo de metal ha nombrado las costas y los puertos,
Las enmarañadas raíces de un tronco hundido sobre el techo de una casa
Y el viento sin rostro que corta árboles y muertos.
¿Puedo decir que he visto a los hombres regresar al atardecer,
Y a los pájaros y los perros,
Y que he visto mirar hacia el viento a aquel que gira la Rueda
Y sin querer nos dice
«Oh tú que vives sobre estas piedras secas
Y no conoces el sueño de un siglo en la montaña
Y no sabes de raíces ni de semillas sino de signos huecos;
Tú que no has visto la tierra ni el fuego,
Ni las inscripciones en el hierro ni las máscaras
Y que has confundido las horas sobre una torpe mesa
En una cena cualquiera una tarde de calor,
Calor de hastío y miseria, de domingo y oro;
Tú, que no te acuerdas de los días,
Mira las sombras del árbol muerto
Y el intrincado sigilo que mece las piedras como un mazo de cartas
Y que es una hilacha de nube sobre las casas tan solo;
Oh tú, sobre la cuerda,
Como un soplo ilegible,
Como un filo de muerte que es un nombre impronunciable»?